Jlfg – pág. 400
Lo que menos
existe ya es la identidad; somos más copias que otra cosa. Ha sido difícil relacionarnos
con la globalización que busca arrasar con todo… y lo ha logrado casi en
todo. El pensamiento único corre por
grandes avenidas de los medios de comunicación de masas y para masificar.
No importa si no
llegamos…, lo importante es caminar. Como también es fundamental la dirección hacia
donde se va. Ambos son los aciertos suficientes para concluir que se ha vivido.
La educación pierde
su razón de ser cuando se contamina con la farsa y la falsedad. De ser algo
sagrado se vuelve insípida y contagiosa de la mediocridad. Solo es tal cuando
muestra las cumbres que hay que escalar, y además, el camino y la forma como
llegar.
No es posible que
la desconfianza y el temor sean los únicos canales para comunicarnos con los
otros. Si nos viéramos más a los ojos dejando de lado los miles de prejuicios
que ya traemos por defecto… aparecería, entonces, el otro en medio de la espesa
neblina de nuestra mentalidad.
La verdadera
fortaleza no está en la fuerza sino en la fragilidad. El débil resiste porque
tiene fortaleza; el fuerte aplasta porque es bruto.
El activismo no consiste
solamente en hacer muchas cosas sino también en
no hacer nada. Esto porque la
nada no es solamente la ausencia de algo sino también la invasión del vacío. El
primer fruto y pago del activismo es la vaciedad.
Nos han
acostumbrado solamente a ver lo entretenido; pero no nos enseñan a ser entretenidos… por eso es común que espectadores
fieles de la entretención sean las personas más aburridas en la vida real…. Co que
quedan agotados o drogados con la entretención.
La muerte no es
una extraña que espera al final del camino, sino que está presente en cada
segundo de nuestra vida. Cada instante que vivimos también es cada segundo que
morimos. Así como vivimos, morimos. Solo que la muerte no es muerte sino que es
otro nombre de la vida.
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