lunes, 23 de julio de 2018

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La belleza de lo transitorio, la bienaventuranza del cambio
Es el mayor aprendizaje
El más importante para no caer en la ceguera del apego y de la propiedad;
Es desmedro de su propia propiedad.

“… se hace camino al andar”, o sea, si no se camina no se hace camino. Con frecuencia, los caminos se pretenden imponer a no caminantes. En ese sentido, el proselitismo es peligroso. El verdadero maestro no cesa de aprender; y aprende caminando.


Si la humanidad no se encuentra consigo misma no hay futuro posible
Porque la vida requiere del encuentro.
El individualismo es tan dañino como la guerra misma
Solo que sus nefastas consecuencias son silenciosas.