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Tener buena
autoestima no significa creerse lo que no se es. Dice “buena” no “falsa”
autoestima. Sin embargo, no pocos a partir de su confusión van perjudicando a
los demás… ¿qué bueno se puede esperar
de una persona desequilibrada?
La
esperanza no se construye con deseos; sino con acciones. Vivir de esperanzas no
tiene sentido, que es muy distinto a
vivir con esperanza, es decir, imprimiéndole ese sello a todo lo que se hace
con un dedicado y cuidadoso trabajo cotidiano.
El mercado lo colapsa todo; y lo colapsa
todo porque su fuente es el egoísmo y la ambición. Incluso es motivo de burla y
de sarcasmos pretender asociar el altruismo y la solidaridad con los seres
humanos y con el medio ambiente al mercado. Por desgracia han llegado a ser
contrapuestas.
La falta de
creatividad nos va encerrando cada vez más en una especie de túnel sin salida; pero esta pobreza no se debe al
cerebro humano que es extraordinario, sino al sistema establecido, que es una férrea
estructura de intereses, que impide y asfixia la urgente creatividad para abrir
nuevas formas de convivencia y de existencia.
Olvidar u obviar
que ser padres es ser modelos es un craso error. Esa sustitución a ser
proveedores no responde a las
necesidades que tienen los hijos de tener ejemplos en quienes inspirarse para
construir su propia existencia.
Vivir y trabajar
solo con una visión de futuro a llevado a perder la capacidad de vivir el
presente…, por eso muchas torres de éxito están edificadas sobre vidas
fracasadas…, llenas de todo, menos de amor, de paz, de humanidad.
Nadie se puede
arrogar hablar o representar a Dios; Dios habla a través de la humanidad y de
la naturaleza, por lo tanto, todos estamos llamados a escucharlo e
interpretarlo. Sin olvidar que Dios no es ni está en una individualidad sino
una comunidad.