domingo, 13 de octubre de 2013

jlfg-150
Cada individuo y cada grupo reclama contar con la verdad; pero ésta está por sobre todos.
El puerto definitivo nunca lo alcanzamos; nuestra misión solamente es permanecer en su ruta.
Quisiéramos tener más de todo; pero lo esencial no es mucho.
Quienes se edifican sobre el amor son los que van a tener la última palabra siempre.
Cuando “pensamos” que estamos derrotados; la realidad, con frecuencia, dice otra cosa.
La fortaleza verdadera consiste en vencer nuestro egoísmo.
La belleza del rio es su movimiento: la del alma, su evolución.
Más que llegar al cielo es llegar a nosotros mismos.
El mañana nadie lo conoce, pero está presente en el hoy.
La información pública no debe estar en manos de intereses privados porque la subyuga a estos.
Cuando los predicadores comprendan que de lo que se trata no es de evangelizar sino de ser evangelizados, entonces será una gran noticia para el mundo.
La lucha por la sobrevivencia no tendría lugar de ser si la ambición no existiera.
El odio no conoce límites; pero termina autodestruyéndose.
La traición es una manifestación de los débiles; resistirlas es propio de los humildes.
El analfabetismo  funcional ya sobrepaso el 50% de los que ¡saben leer pero no entienden lo que leen!
El milagro de la vida se conjuga con el milagro de la entrega por la libertad.
La mayor dificultad para vivir no la causa la Naturaleza sino la misma Especie.
Lo más irreal es el dinero; y sin embargo, gobierna el Mundo.
Cuando nos decidamos a vivir, entonces abandonaremos todo lo artificial.
El camino del amor es el más directo; y el de la mentira el mas tortuoso.
Donde los pobres son más pobres es en los países más aparentes ricos.
Al final, la salud es el blanco de las enfermedades, de los medicamentos y de los alimentos.

Si se admitiera que las escuelas surgieron para formar esclavos;  entonces, habría que concluir que su éxito ha sido con creces.

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