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El desanimo
es como una inmensa nube toxica que va por doquier en el mundo; pero con la
luz, no quiere saber nada.
Si con la
constancia que respiramos, amaramos; el mundo sería otro.
Los Estados
más débiles son los que descansan en sus fuerzas armadas.
El culmen
de toda aspiración debería ser la suficiencia. Que no es conformidad sino aceptación
gozosa y emprendedora.
Como la
aparente frágil gota de agua penetra la
roca; el amor abre autopistas en el desierto del individualismo.
La energía perdurable
es la que proviene de la Tierra y del Universo: sintonizar con ella es la plenitud.
La especulación
(la apariencia) entre más crece mayor es su falsedad y fragilidad.
No basta
reconocer interiormente el error: es preciso y sanador que el otro se entere.
Nada se
gana con anular al otro: porque representa nuestra propia destrucción.
La caricia
de la sombra es tan suave como cuando miras con misericordia.
Para contemplar
la máxima expresión de la creatividad: basta abrir los ojos.
Nuestra
mayor riqueza en el cuerpo es el agua: cuidarla es cuidarnos.
La magia de
la comunicación no está en las palabras sino en su tono.
El miedo se
convierte en cobardía cuando se da cuenta que está solo.
El dolor es
indeseable, pero purifica y libera.
La libertad
no es; se hace.
El
aburrimiento no lo conocen ni los muertos: porque todo es movimiento y transformación.
Tu doble no
es otro igual a ti sino quien te está creando!
La mayor
numinosidad no está ni en el futuro ni en el pasado sino en cada instante del
presente!
Cada cosa y
cada acto contiene su propia plenitud: solo hay que descubrirla, sentirla y
disfrutarla.
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