sábado, 15 de diciembre de 2012

jlfg: Número 73


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La alegría es fuente de buenas nuevas; y la Esperanza las potencia.
Todo tiempo y todo lugar es expresión y presencia de la Divinidad (Energía); hoy también.
Curioso pero así lo constato con frecuencia: Los dolores corporales, emocionales y mentales… desaparecen con la Energía y a veces masaje terapéutico…, seguramente es por el gran potencial que posee en si todo ser por ser la misma presencia de la Divinidad.
Es imposible respetar al otro sino hay primero un respeto por uno mismo. El respeto al otro es una mera consecuencia de lo primero.
La paz no está en el camino; está en la persona, en el ser.
El trabajo que responde a la vocación personal: es el mejor aeropuerto para despegar…
Cada día es una novedad cuando permitimos que el amor fluya.
No tenemos que ir a las montanas; ellas vienen a nosotros, cuando les expresamos que las amamos.
La brevedad de la vida se condice con ¡lo maravillosa que es!
Nuestra más valiosa capacidad, no es la de dar; sino la de recibir.
El quehacer de cada día es el depósito para poner nuestra energía y amor.
La capacidad más insigne: es la aceptación de la realidad; del día y de la noche.
La libertad de espíritu se constriñe con la acumulación de poder…, hasta asfixiarse.
La mayor conquista no es la del otro u otro; sino la de sí mismo.
En algunos casos, gran parte del tiempo de vida se emplea en discusiones estériles…, son trampas que cazan a más de uno.
El sol arrecia por estos días…, tenemos necesidad de mayores espacios de sombra: algo similar ocurrirá en el interior de cada uno.
Los cambios sobre la tierra provienen de las profundidades de la Tierra: ahí tenemos el petróleo y el agua que va modificando el mapa a fuerza de violencia y muertes.
El problema no es la tecnología, sino en las pocas manos en que esta; y el talante de esas elites que controlan el Mundo.
La conquista de sí mismo es la victoria real, única y útil.
Para hacer el bien se requiere se libres; para hacer el mal, esclavos.
Si no respetamos la Naturaleza; no nos respetaremos entre nosotros mismos.
Estar en el océano de la vida… es navegar junto con miles de millones de otros seres igualmente importantes como uno mismo; y todos dependemos y estamos los unos en los otros. Vivir es un gran misterio bello, eterno e infinito.
Cada grano de arena es pequeño…, pero su unión da la consistencia más impresionante. 

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