lunes, 3 de diciembre de 2012

jlfg: Número 68



Antes se pensaba, “cuidado!, le sucedió al otro, te podría suceder a ti”. El nuevo pensamiento es: “Lo que sucede al otro, te sucede a ti”.
Difícil…, pero ha de ser posible encontrar coherencia a las contradicciones.
Los medios de información: desinforman. El sistema político creado para buscar el bien común, busca su bien individual. Las iglesias surgidas para hacer presente a Dios en el mundo, lo expulsan…. Por lo tanto, es un buen momento para refundar nuestro mundo.
“Nuestro mundo”: no es el Mundo, que es de todos; sino solamente el propio, el de sí mismo, el interior. “Nuestro”, significa de ¡TODOS!.
Lo importante, lo esencial: no ocupa espacio ni lugar, ni tiempo; está en todas partes y siempre.
La fusión con el ser-energía es infinita…
Los tiempos de silencio son los de mayor claridad porque el ser es Luz.
Si el ser fuera estático seria nuestra mayor: acostumbrémonos al cambio y evolución sin fin.
No se trata de crearnos un mundo propio; sino descubrir el mundo en que estamos.
A lo que hay que darle lugar es a la ESPERANZA, y no al miedo (como abunda en nuestros días).
El ocio no solo es el padre de los vicios, sino también el absoluto abandono de nuestra Misión: ser canal de energía vital para los otros.
Seamos rio o seamos represa…, lo importante es ser agua para el sediento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario