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No tenemos líderes porque no los fomentamos. Es decir, el egoísmo
establece su reino, entonces, puede impedir que surjan entre nosotros líderes a
quienes escuchar, apoyar y con quienes trabajar. Los líderes nos son seres solitarios ni
extraterrestres, sino gente como nosotros que convoca porque hay personas solicitas
a ser convocadas.
No
buscar el enriquecimiento ilícito, moderar sus ambiciones, controlar la fama
artificial… debieran ser principios en quienes acceden a los cargos de elección
popular. Y hacer de tal gestión un modelo de honradez y efectividad para el País.
Entonces, callara la boca y hablaran las acciones y las obras.
Todos
para uno y uno para todos…, hoy día es una realidad por la globalización en que
estamos incluidos todos. Ya no existe la posibilidad de pretender vivir en una
burbuja; esa burbuja en que alguien se puede encerrar solo puede existir en
cuanto está intercomunicada con el Mundo, con el Universo.
La educación no tiene que tener respiro ni
horarios; es necesario que sea en todo tiempo y lugar. Es un error su delegación
al colegio, que no puede hacer casi nada si la familia o el hogar donde vivan
los alumnos no están haciendo su parte: que es esencial y es el inicio de todo:
tanto del camino derecho o del camino delictual.
Una
idea metodológica: partir de preguntas a los niños y púber, sobre temas
orientados a la espiritualidad… y desde allí elaborar un dialogo con ellos con
nuestros textos.
De lo
que se da, se recibe. Bastaría con no olvidar esto para evitarse tanto dolor de
cabeza: rechazando lo que interpretamos recibir…, y que nos parece mal. No
darse cuenta es permanecer en la vida ciegos ante lo evidente.
Lo que no se da, te lo quitas. Lo que
conservas, se pudre… No está demás considerar
los principios de otro paradigma, porque como especie seguiremos buscando
sobrevivir.
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