martes, 6 de noviembre de 2012

JLFG: Número 55


“La refundación” es uno de los fenómenos de nuestro tiempo: en diferentes aéreas y lugares ya han comenzado; y otros, todavía se resisten.
Cuando las instituciones no funcionan… es hora de la mudanza como lo hace la Naturaleza.
¡Qué difícil la situación en Honduras: un asesinato político más…!
En El Salvador, p. Chamagua: ¡una voz de profeta en el desierto…!
La serenidad de la Tierra, no es inmovilismo sino movimiento coordinado.
Las cicatrices del alma son trofeos del espíritu indómito.
No importan los desaciertos; importan los aprendizajes de los errores.
No importa ser seres sagrados, divinos…; importa actuar como tales.
El presente nos supera; el futuro, nos sobrepasa.
Nuestra población objetiva no son los que están en los espacios públicos, sino aquellos que están encerrados… que no salen de su casa.
La llama de la Esperanza siempre es necesaria y bienvenida en todo el mundo… porque hay invierno en millones de seres.
La sustitución de la democracia por la partidocracia ha hecho estragos.
Todos los seres tienen sus derechos, no es necesario que se los concedamos; solamente que se los respetemos.
La impaciencia por vivir muchas veces no nos deja vivir!
La humildad ennoblece y fortalece a quienes la practican…,  y permite contemplar la singularidad del otro.
La belleza de la Tierra no es ella misma sino sus frutos; de la misma manera, la belleza de los seres humanos no son ellos mismos, sino sus frutos.
Sin valores es imposible la convivencia…
Para que la comunicación sea transparente…, no debe haber ninguna mediación (intereses), solamente la dignidad y singularidad del otro.
Para recibir, hay que dar. ¿Cuántos se quejan que no reciben nada… Y, se preguntan: cuánto dan?
El objetivo no es la sobrevivencia o abundancia personal; sino de la especie… no hay otra alternativa.
La riqueza generada por cadáveres en el camino: ¡es absurda!
Lo importante no es estar “vivos” sino estar en la “vida”…

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