La verdad libera, desata, moviliza, abre la
puerta a la vida y al amor.
A veces, la paciencia engendra la
esperanza…, y esta nunca se queda sin dar frutos.
Mejor ser como el viento: que está presente
y permanece invisible.
Nuestros pies siguen a nuestras
intuiciones…
Es evidente que de lo que se trata es de ampliar
nuestra sensibilidad mas allá de nosotros mimos y de nuestros semejantes e ir a
los otros (de todas las especies) con el mismo respeto y amor.
Una hoja sola… Todas ella unidas
constituyen un frondoso árbol… es lo que tiene que acontecer con la Red…
Es de lo más difícil ceder el lugar al
otro, porque el ego es necio.
Todos sabemos el camino; pero ¡pocos son
libres para andarlo!
La razón sin valores es lo peor que existe
sobre la Tierra.
Cada
amanecer es una nueva oportunidad para llenar de amor la existencia.
Las piedras en el camino más que para
obstaculizar son para motivar nuestra creatividad.
La fragilidad es la mayor expresión de la
belleza: basta contemplar la amapola.
Exigimos que el agua este limpia y nos
limpie…, pero no nos exigimos cuidarla y no ensuciarla.
Las ramas pueden estar hacia abajo; pero no
hay una hoja que no esté abierta y hacia el sol.
Todos los seres hablan y cantan; son
nuestros oídos que tienen que sintonizarlos.
Tenemos que “aprender”…, lo primero,
acallar el ruido interior y exterior que no permite ver ni escuchar.
No saber qué decir es preferible a la pretensión
de sabelotodo.
Temer a la oscuridad es no haber
comprendido que la Luz brilla en las Tinieblas.
Pensar que basta “no ver” para que los
hechos “no existan” es una barbaridad cotidiana.
La lucha contra el cáncer no es combatiéndolo
sino evitándolo…; pero quienes estén de acuerdo son expulsados del sistema.
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