sábado, 4 de febrero de 2017

jlfg-pag. 412

Sin disciplina no se logra nada importante. Y se aprecia cultivándola; de ser así, no tardará mucho en llegar los frutos. Es cierto, que en nuestros días se intentan otras vías, donde el compromiso personal y la responsabilidad casi quedan sin contenido.

                El significado de idolatría es conceder poder a cualquier objeto o idea fuera de sí mismo. Lo curioso es que en nombre de combatir algún tipo de idolatría, se termina reemplazándola por otra. Al final, la victima sigue siendo la misma.

                El desafío de construir al ser humano sigue en ciernes porque el rumbo se orientó a construir grandes edificios, autopistas, autos, etc., pero no pensando en ellos sino en hacer negocio también ellos.

                El arte de transformar las ideas en prácticas es el carácter divino de la especie; solo que igual de importante es su calidad y dirección porque hay quienes sirven a la muerte sin ni siquiera darse cuenta que pierden su libertad.

                Trabajo no es hacer cosas sino el sentido con que se hacen. Cuando este está ausente, el así llamado trabajo deja de ser rio para navegar y se convierte en la piscina para ahogarse.

                Cuando se entienda que quedarse solo en criticar a los políticos es contribuir a empeorar las cosas, entonces despertaremos del sueño que solo favorece a los malos políticos.


                Hacerle creer a la gente lo que no es, es el trabajo de los demagogos; construir al ser humano que está en cada uno es la labor del educador. 

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