jueves, 3 de enero de 2013


Numero 82
Contar con más tiempo y recursos significa tener más misión y desafíos.
La acción de gracias es la mejor actitud para cada día.
La Luz, la Energía, con todos sus efectos positivos proceden de uno mismo en cuanto ser que somos.
Que los sueños no oculten o desfiguren la “utopía”, es concreción de la plenitud aquí y ahora.
En palacios de millonarios abunda la pobreza en calidad de vida.
La búsqueda más importante no es la de oro o plata, sino la de sí mismo.
Somos parte de una orquesta interpretando una sinfonía singular… solo tenemos que tomar conciencia que somos parte de ella.
¡Cuánto tiempo perdemos hablando de los defectos de los demás y hablando del pasado!… si ambos fueran preámbulos para abordarnos a nosotros mismos y nuestro presente… estaría bien…
No vamos solos; vamos agrupados, por más que intentemos separarnos del resto, somos parte de ellos.
Hay árboles que están cayendo; agua que está corriendo, viento que está volando… todos somos uno…
Somos vigilia y sueño por igual. En importancia, ambos estados tienen la misma, aunque lo hayamos ignorado hasta hace poco.
¡Mañana ya es hoy! Viviendo el hoy estamos tejiendo el mañana.
En este estadio de existencia no existe la perfección, solamente la divinidad.
¿Queremos ser felices? No envidiemos ni compitamos con los otros.

La espiritualidad es tan importante como la ciencia: que al final ésta se diluye en aquella.
Nuestra fuente de Luz no es el ego sino el ser que nos constituye. En el ser habita la Divinidad.
Las mejores lecciones las obtenemos no de lo perfecto sino de lo imperfecto: cuando no naufragamos en ello.

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