Numero 90
La tolerancia puede escalar montanas,
porque no rechaza… solamente acoge al otro tal cual es.
No es necesario pensar que “tenemos que
seguir”, porque eso es una ilusión. Lo cierto es que tenemos que ser hoy;
solamente hoy.
Para ver las estrellas brillar en preciso
que entre la noche; hay noches iluminadas…
El descanso del caminante no es dejar de
caminar; sino seguirlo haciendo de manera diferente.
Cada día como esponjas: empapándonos del
amor que nos circunda sin límites: la Naturaleza.
No estamos en el tiempo; estamos contra el
tiempo: el amor apremia.
Todo lo recibimos “gratis”; todo es dadiva.
Nos engañamos mutuamente cuando pensamos que “compramos”.
Solamente
tenemos que entregar así como recibimos; en la misma medida.
Tu plenitud es mi plenitud; tu vacío es mi vacío;
cuando pensamos y sentimos así: otro mundo nace.
No hace falta vencer a nadie para “ser”;
solamente vencerse a sí mismo en sus egoísmos.
Ir mas allá de las apariencias significa no
juzgar; porque eso significa cargarle al otro nuestras opiniones, y declararlo fuera
de lugar.
Vivir solo para mirarse a si mismo seria
como la raíz que opta por quedarse bajo la tierra. ¿Y de qué sirve sino da
flores ni frutos?
A veces la enfermedad nos aqueja; pero no
es para que transemos, sino para que aceleremos el paso en el caminar.
Si bien la vida es cuesta arriba… es la
manera de subir a las alturas del águila.
Nos quejamos de muchas cosas…, pero ¿agradecemos
en la misma medida, al menos?
Acelerar o retardar un vehículo es una profesión;
hacerlo con la vida, es una virtud.
Hoy día todo es “sistema”: -el sistema
indica; el sistema no lo acepta; el sistema se ha caído… no podemos hacer
nada. ¿Y donde están los humanos?
El afán de “rentabilidad” ha sepultado la
solidaridad.
Y la rentabilidad subió tanto que se esfumo.
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