jueves, 25 de octubre de 2012

JLFG - Numero 51



Qué cosa más curiosa: a los animales les inventamos el “instinto” y a nosotros la “inteligencia”… pero al final ¿Cuál es mejor?
Hasta ahora la LIBERTAD ha sido el objetivo a suprimir o por lo menos controlar de parte de los poderes a cargo de  la educación y “salvación” del género  humano.
 Que absurdo: haberse apropiado de Dios; y además ubicarlo solamente en el pensamiento….
La gran tarea: desalienar al Mundo!
El pesimismo es una nube demasiado grande que está cubriendo a mucha gente que incluso se resignan a lo peor para la Humanidad y la Tierra.
“La Carta de la Tierra” sigue siendo un mapa de ruta por muchos años mas hasta lograr crear una nueva forma de ser y de relacionarnos con la Naturaleza.
La capacidad de “soñar” es uno de los mayores raptos que ha sufrido esta generación.
La tarea de la Energía es levantar a esta Humanidad rendida (entregada) al consumismo a costa del hambre en el Mundo.
Cuando el éxito de uno sea compartido con los otros; y la necesidad de muchos sea asumida por los unos… entonces, habrá comenzado un nuevo Mundo.
La belleza de vivir es experimentar que ningún camino tiene fin para los seres: todos son infinitos y eternos.
Cada época tiene sus “encuentros” que representan sus “descubrimientos”; pero no son para nada los definitivos.
La vida es muy breve…, pero no importa cuando contiene calidad.
Cada día es completo! No necesita de mas... la insatisfacción proviene de otra fuente.
Cuando el éxito de uno sea compartido con los otros; y la necesidad de muchos sea asumida por los unos… entonces, habrá comenzado un nuevo Mundo.
La revelación es constante…, y se capta: escuchando, simplemente.
¿Por qué cuando sembramos una semilla lo hacemos para que reviva; y cuando enterramos otro ser –pensamos: porque está muerto? Me hace más sentido lo que hacemos con las semillas.
La Luz no cesa de iluminar, y descubrir la belleza que yace oculta y silenciosa… Ella es bella no por lo que es sino por lo que nos muestra.
Lo sorprendente no es que el otro no cambie; sino todo lo contrario.
El amor tiene una base irreemplazable: el respeto.
El pesimismo solo cobra existencia si lo llamamos.

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