NUMERO 39 Jose Leandro Flores Gomez
La Fortaleza puede estar detrás (escondida)
de la debilidad.
El abandono está causando estragos en las
nuevas generaciones: el consumismo no da tregua.
Nuestra vida ha comenzado ayer; pero nuestra existencia,
hace siglos.
El sentido de la abundancia no es para
atesorar sino para compartir.
En nuestros días la obesidad y/o la desnutrición
y la soledad van de la mano asfixiando a muchos seres humanos.
La Luz brilla cuando se convierte en amor
(solidaridad).
La incomunicación genera grandes tumores
emocionales.
Lo que nos rodea es inmenso e infinito; es
nuestro espejo.
La energía del amor esta siempre lista para
hacer el bien…, depende de uno que dé luz verde al flujo de Luz.
La velocidad del tiempo es una ficción frente
a la realidad de un eterno presente.
El trabajo además de liberar también
realiza, actualiza y proyecta: es la vía hacia el ser.
Lo más certero es lo que ignoramos, no lo
que sabemos.
Todo lo que ponernos bajo la Tierra no es
para que muera sino para que fructifique.
Como la foto no es la realidad: lo que
vemos es como una foto nada más. Lo cual abre un infinito potencial.
Dado que la forma de ser y de estar son un
producto; entonces, todo se puede reconstruir a partir de nuevas bases.
Los caminantes de Luz saben que el camino además
de largo es interminable; pero lo importante es que en todas sus partes está
lleno de Luz.
Diariamente este centro se constituye en
tal por la meditación permanente, como un faro que se levanta para iluminar el
mar y la tierra: procurando bienestar y abundancia a todos los seres.
El vacio no es en sí negativo…, lo decisivo
es con qué se llene.
Como la música de Radio al Otro Lado del Espejo
conecta al alma con el Universo, la Luz nos conecta con el amor solidario.
Al
final, el mayor privilegio es ser mediadores de la bondad, del amor, de
la vida y vitalidad… No somos fuete sino canales.
Sin cultura corremos la misma suerte que
los peces sin agua y las aves sin el aire.
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