Siempre tenemos muchas cosas por hacer…,
pero la que estamos haciendo es la real
y posibilitadora del resto.
Decir “vida” es decir movimiento, evolución,
trascendencia; a veces, olvidamos esta
esencia.
Que la vida sea llena de frutos o estéril
depende de la opción de uno mismo.
Es poco lo que necesitamos para estar
vivos, y mucho para entregar la vida al Mundo.
La aceptación del presente, que es siempre
nuevo y desafiante, es la máxima sabiduría a alcanzar.
Toda vida es admirable y expresión de la
Divinidad o Trascendencia, sin necesidad de perder su condición física-biológica.
La belleza, lo maravilloso, nunca están ausentes…,
solo que uno puede dejar de verlo y sentirlo; y se atreve a negarlo.
Todo está cerca aunque nos parezca lejos; las
estrellas, el pasado y el futuro…
La grandeza se oculta en lo más pequeño; contemplar
lo simple es un buen camino.
Los verdaderos maestros han callado su voz…
y sus enseñanzas continúan desde la fuente del silencio.
La aurora como el crepúsculo son dos
momentos del mismo instante: es la diversidad en la unidad.
Es hermoso el canal de las palabras; pero
mas es del silencio que contempla y calla.
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