NUMERO 36
Unidos con los caminantes, con los migrantes, con
los enfermos en los hospitales y en sus hogares, con los privados de libertad:
unidos con todos los que sienten la necesidad que el sol nazca en sus
horizontes para vuelva la primavera a sus vidas.
Cada
día de vida es como un nuevo nacimiento porque es tanto lo que podemos
aprender, vivenciar, recibir y dar… y todo por única vez.
Las conexiones del amor son tanto y más reales que las de los
satélites, anteriores y posterior es a ellos en millones de años, con la única
finalidad de vivificar y acompañar a todos los seres y a todos los mundos.
La desesperanza en el rostro de muchos jóvenes es visible; y
los causantes de sembrarla intencionalmente no se dan por enterados ni asumen
su responsabilidad.
Las guerras por los recursos ya han
comenzado…, no son por ideologías ni por
sistemas políticos…, ahora es el petróleo; luego, será por agua; y después por el aire. Una
sociedad de consumo es una destructora de recursos sin límites.
Los deseos, las intenciones, mueven los
afectos; y el amor sana y mueve al Mundo y rige el Universo.
Estar en la tierra es estar en el cielo;
estar en el presente es estar en la eternidad; estar en la vida debe ser estar
en el Amor.
En
Siria y otros lugares corre la sangre humana derramada por otros inhumanos:
nuestro siglo necesita más trabajadores
y portadores de Luz.
La grandeza de nuestros actos no se mide
por su portentosidad externa sino por la cantidad de amor que pongamos en
ellos. Un vaso de agua dado con amor es más benéfico y sanador que un millón de
dólares dados para cultivar el ego.
El entorno se engalana de acuerdo a la
belleza que haya en el interior de cada ser. Se trata de proponérselo: qué algo
mas puedo sumar para que se mas bello, mas vital, más alegre el entorno que me
rodea.
Como nuestra medida no es uno mismo sino el
Mundo…, entonces , siempre recién comenzando nuestra labor de Luz.
La solidaridad es la consigna del Amor.
Solidarios con los que necesitan… siempre son la mayoría y las grandes mayorías,
por lo que no tenemos que tomar la vida como eternas vacaciones. El Mundo nos
necesita sanos, fuertes, y solidarios. En esta consigna puede ser que vayamos
en contra de la corriente…, pero lo importante es el objetivo: la vida plena
para todos. De poco sirve contar con salud individual si el mundo sigue
enfermo.
Hay quienes quitan su mirada de las
necesidades de los demás… olvidando que su satisfacción es la única vía de
satisfacción de las propias.
Nuestra verdadera necesidad es la misma de
los árboles: conectarnos con la Tierra.
Menos mal que los grupos hegemónicos no
pueden terminar con la vida; ésta nace
si es preciso debajo de las piedras… por
eso las generaciones venideras encontraran Tierra para vivir, amar y soñar.
La Luz aprecia la coherencia y desnuda la
incoherencia: una moda de nuestros días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario