Número 22
La carencia más importante no es de dinero,
es del amor.
La corona (el salario, el éxito) es
simplemente hacer lo que es su misión.
Los caminos no conocen fin; lo fundamental
es hacer su parte.
Al mirar una hoja no miramos el árbol; al
ver un árbol, no vemos el bosque: ¡Cuánto nos falta por ver!
El amor es como el alma: no se ve, pero se
siente.
La densidad de cada instante pasa
desapercibida si no acallamos el ruido de los sentidos.
La soledad no existe; existen las personas
que se “sienten” solas.
La noche es parte del día; como la
adversidad de la buenaventura.
Hoy día del cielo no solo desciende la
lluvia sino también las bombas… urge nuestra aplicación al trabajo por la vida.
Prácticamente no entramos a la meditación,
sino que ella nos envuelve con su realidad más extensa e intensa.
Cada momento: una explosión de
realizaciones de luz.
El cielo interior es tan bello como el
cielo del Universo.
Lo que tenemos que aprender no esta escrito;
está en la conciencia.
Una vez que sabemos lo que queremos…. Debemos
tener paciencia para hacer el camino hacia allá.
Comenzar un camino y no terminarlo, es una
tragedia mayor que no haberlo conocido.
La realidad no es lo que vemos, sino lo que
intuimos.
Cada día es diferente; pero todos tienen su
particular encanto.
Es propio de la El baño de luz a nuestros
ojos nos permite no solo ver sino llorar la miseria.
El sentido de la vida no aislarse, sino
entregarse.
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