Que no te afecten ni los elogios exagerados y a granel, ni los menosprecios sin dar motivo alguno.
Muchas veces las personas se expresan de acuerdo a sus estados de ánimo y de acuerdo a sus problemáticas propias. Es decir, no personalices de forma absoluta todo lo que acontece a tu alrededor.
Mantente sereno, tranquilo, y siempre haciendo el bien.
Muchas veces, también, cuando las personas te cuentan sus pesares y malestares, en el fondo, te están pidiendo ayuda; y tú puedes responder no dando consejos, sino con una experiencia de silencio sanador.
Para ello debes estar preparado con tu meditación diaria, y a primera hora del día.
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