martes, 13 de diciembre de 2011


Es motivo de alegría saber de la existencia de muchas personas con la sensibilidad de la Energía en nuestros días, porque las experiencias pueden repercutir en la elevación de los niveles de la calidad de vida de muchas personas, familias y comunidades.
Son experiencias que debieran entrar ya en lugares donde se trabaja por la formación de las personas, como son los centros educativos en todos sus niveles; así como también en los hospitales y cárceles.
Conscientes que además de las vías tradicionales como la verbal y médica, también es efectiva la del silencio con el potencial de la Energía.

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