viernes, 18 de agosto de 2017

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El crepúsculo nos invita a descansar

Entrar en la aurora del alma

Y contemplar el paisaje del mundo interior

Que cual mar en marea baja esparce su brisa de armonía y paz.



Perder el sentido de veneración

Es perder la brújula para vivir

No solo nos incomunica y aísla sino que nos vuelve extraños y adversarios

De quienes dependemos para vivir.





La lluvia empapa pero no golpea,

El aire envuelve pero no asfixia

Entonces es posible ser y convivir

En realidad, se existe para complementarse.



Todo y nada es efímero

Depende del ángulo desde que se vea

Evidencia que habitamos en un mundo de interpretaciones

Cuya función es vestir y desvestir la realidad.



La armonía nos atrae como el agua

Como las flores a las abejas y los arboles a las aves

Son vínculos que nos muestran lo que somos

Las partes de un todo y el todo en las partes.

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