domingo, 1 de diciembre de 2013

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Jlfg+167
La propiedad privada no tiene legitimidad si pierde su dimensión social.
La falta de gobernabilidad no la ocasionan los pueblos sino el abandono de su responsabilidad de los gobiernos.
Reducir el gobierno a la mera represión es absurdo e inútil.
Ignorar al otro es ignorarnos a nosotros mismos.
No escuchar es como no ver. Y estar con un ciego y sordo es como estar en medio del desierto.
El universo de las ideas no tiene fundamento; solamente nos son útiles en nuestro afán de consistencia.
El error básico de nuestra especie es haberse erigida en propietaria de algo que no le pertenece: el Planeta.
Hay diferentes tipos de avaricia: la espiritual consiste en el afán de apropiarse de Dios.
Nuestras “seguridades” se levantan sobre montañas de inseguridades.
Nuestra única certeza es estar aquí y ahora.
Lo hermoso de la vida consiste en encontrarnos con nosotros mismos.
La sonrisa de apariencia es como la flor…, pero marchita.
Si la felicidad se comprara, muchos serian los felices; pero la felicidad se comparte.
Es fácil enseñar…, lo valioso es practicar.
Los desengaños son parte de la cotidianidad; no hay por qué engañarse.
El ego se resiente cada vez que no es reconocido y venerado: o sea, exactamente lo que no da.
La vida tiene sentido cuando no es un fin en sí misma sino un medio para servir.
La democracia se convierte en dictadura cuando no respeta los votos.
Si para ganar cargos políticos lo que se necesita es de dinero y no de votos; entonces eso es cualquier cosa, menos democracia.

La educación no ha de ser para formar individuos sino ciudadanos.

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