JLFG - 132
El camino de cada día es sorprendente en su
singularidad y perfección.
Solo una cosa basta: el bien del otro; para tener la garantía de no haber
vivido en vano.
El amor es como el agua para el cuerpo para
lavar el espíritu cuando se enreda en el egoísmo.
Lo que las religiones no han logrado; la
naturaleza lo hace: cambiar el corazón de la humanidad.
25 millones de
muertos y 60 millones portadores… es
para ignorarlo: el vih.
La vida es un
camino; no es un estado.
La tarea más
apremiante en nuestro tiempo es la deconstrucción para que surja el ser y mundo
nuevo.
Como la
maravilla de la Naturaleza que nos acoge y envuelve en su seno amoroso es la
maravilla que hay dentro de cada uno.
Compartir el
bien es la cúspide de vivir.
La comunicación desde
el Amor es más real y eficaz que la tecnológica.
Las ideologías separan
y aprisionan.
La verdad no es
uniformidad; su belleza está en la diversidad.
La naturaleza
del rio es fluir; como la de todos los seres sin excepción.
No hay que
esperar nada a cambio; porque lo máximo es el compartir.
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