domingo, 2 de junio de 2013

JLFG - 132
El camino de cada día es sorprendente en su singularidad y perfección.
Solo una cosa basta: el bien del  otro; para tener la garantía de no haber vivido en vano.
El amor es como el agua para el cuerpo para lavar el espíritu cuando se enreda en el egoísmo.
Lo que las religiones no han logrado; la naturaleza lo hace: cambiar el corazón de la humanidad.
25 millones de muertos y 60 millones portadores…  es para ignorarlo: el vih.       
La vida es un camino; no es un estado.
La tarea más apremiante en nuestro tiempo es la deconstrucción para que surja el ser y mundo nuevo.
Como la maravilla de la Naturaleza que nos acoge y envuelve en su seno amoroso es la maravilla que hay dentro de cada uno.
Compartir el bien es la cúspide de vivir.
La comunicación desde el Amor es más real y eficaz que la tecnológica.
Las ideologías separan y aprisionan.
La verdad no es uniformidad; su belleza está en la diversidad.
La naturaleza del rio es fluir; como la de todos los seres sin excepción.

No hay que esperar nada a cambio; porque lo máximo es el compartir.

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