martes, 8 de mayo de 2012


COMPARTO MIS RELFEXIONES, No. 10

Cuando preferimos el ruido para no escucharnos, es como si el ave renunciara a sus alas; y aun así pretendiera volar.

La abundancia no tenemos esperar que llegue; tenemos que ¡descubrirla!
La luz de luna, el sol y las estrellas: siempre nos hablan de un presente eterno e infinito.
Si bien no sabemos todo lo que tenemos; sabemos que existe, y sólo nos está esperando que lleguemos.
El miedo busca anidarse en nuestro corazón; porque fuera de él no tiene existencia.


¿Se puede vivir sin creencias? Tal vez, no. Mas lo importante es no ser esclavo.
En la noche oscura por la que atraviesa medio mundo… las lunas llenas en el corazón de cada uno son necesarias: para crear, no para restablecer.
El amor nunca está estático, sino siempre fluyendo. La persona que ama es como una flor siempre fresca y perfumada.

La energía del amor, además de transformarlo todo, lo vuelve ameno, agradable y llevadera la vida cotidiana.

El vacío existe para quienes no buscan y, también, para quienes no se liberan.

En realidad, como nos podemos escuchar y conocer, es a través del otro.

Rehuir del silencio, es rehuir de nosotros mismos; él es la puerta de entrada a nuestro misterio.

El otro siempre es frágil como un vidrio; por eso nuestras palabras y gestos siempre tienen que ser apropiados a su condición.

El vacío existe para quienes no buscan y, también, para quienes no se liberan. Cuál sea lo más difícil, es difícil establecerlo, porque ambas requieren de nuestra iniciativa sentida y ejecutada. A veces dejamos pasar el tiempo sin ejecutar lo pensado o deseado.

En el caso de la Energía que esta fluyendo en cada uno de nosotros, como en todos los seres del Universo, lo único que espera es que no le pongamos obstáculos para su movimiento y desarrollo. Siendo su fruto, nuestra salud y crecimiento.

El gozo individual no existe; el gozo de esta red es inmenso e intenso.
En el Universo no hay caos; tampoco lo debiera haber en nosotros pese a los cambios de mundo existencial.

Más que nuestra historia, importa nuestro presente y su dirección… donde nos encontramos y hacia dónde vamos.

El equilibrio interior de la persona se nota en su actuar. Su alegría interior la refleja hasta por su mirada. Y son soles en medio de una sociedad triste.

Intercomunicados estamos…, pero el hecho importante es como entregamos esa comunicación al mundo que habitamos.

Habitamos en un mundo extraordinario, pero, por costumbre, nos aparece como ordinario. Tan extraordinario como desconocido todavía.

Influyen en nuestro ser y existencia, no solo los astros, sino todo lo que nos rodea.

Lo más importante es el presente y su orientación. Por diferentes recorridos concurrimos a un momento y un lugar donde es evidente que tenemos que buscar el cambio para poder evolucionar. No siempre hemos tenido conciencia de esta necesidad; sobre todo cuando nuestras creencias imperan. Pero una vez que entra un poco de luz, nuestra conciencia despierta.

Así como necesitamos alejarnos del emisor para escuchar mejor; amar es respetar los espacios de libertad.

Cuando caminamos al encuentro de los otros movidos por el amor; el otro no siente amenaza ni temor por nuestra presencia.

Es importante. Es fundamental. Es urgente que cada uno a su modo y medida busque ser una especie de antena de Energía sanadora y transformadora para el Mundo de hoy (Naturaleza y sociedad)… Debiera ser nuestra actividad central, incluso más que nuestra actividad laboral, que a su vez se verá favorecida por esta disposición a ser agentes de paz y equilibrio para nuestro presente y futuro.

Cuanto más se espera, mas se tiene por que vivir.

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