Hay tiempos en que se acrecientan los ritos. No olvidemos que el alma, el espíritu, la luz: nosotros se las proporcionamos a los ritos. No nos equivoquemos, esperando que los ritos nos llenen. Ellos se pueden volver vacíos –como de hecho sucede- si nosotros no hacemos nuestro aporte.
Por otra parte, también es importante que tomemos conciencia que un rito puede tener carácter universal, global, unitario… por lo mismo, nuestra participación en el tiene que ser de carácter CORPORATIVO; es decir, sentirnos que en ese momento REPRESENTAMOS a todos: a los morales y a los inmorales, a los que promueven la vida y a los que causan la muerte. Por ellos, todos juntos, damos gracias o pedimos perdón.
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