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El final no
es lejos ni próximo, es siempre actual.
Los
genocidas, fuera del poder, manifiestan su cobardía.
La
intransigencia lo impide todo, menos el desaliento.
No es
necesario nacer de nuevo para cambiar de forma de pensar.
La lealtad
es la flor más bella de nuestro tiempo.
Nuestra
fortaleza es la comunión; solamente podemos ser junto con los otros.
Hay quienes
se deciden por lo inmediato: porque creen que el resto es imposible.
La
sobreabundancia de bienes expulsa la felicidad.
La alegría
es como la lluvia: existe solamente si se comparte.
El tiempo
pasa en vano cuando la persona no evoluciona.
Nadie es
inentendible cuando se le escucha con el corazón.
El misterio
más grande no está fuera sino dentro de nosotros mismos.
Lo más
importante de cada día es escuchar al otro.
Cuando la
entretención anula el silencio: comienza la debacle para el ser humano.
El sentido
de lo que se hace es más importante que los
hechos
Cuando no
se sabe lo que se busca; se busca en todas partes.
Hasta lo
más valioso se vuelve estéril cuando no existe el hábito de correspondencia.
Lo
maravilloso de la vida es que sea proceso…, sin termino; y solamente con
etapas.
La
comprensión, ente más difícil, más meritoria.
“Aprender”
es lo más hermoso; y “aprehender” lo más beneficioso.
“El no
puedo” tiene sentido solo cuando significa: “Quiero aprender”.
La grosería
se esparce como aceite derramado; pero no deja de ser basura.
Todo se
puede decir: pero el tono y la forma hacen la diferencia.
Sin inspiración
todo parece lo que no es.
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