martes, 27 de marzo de 2018

495

495. Cada día es para construir no para destruir. Se construye en el silencio y en la acción. La construccion es la energía natural, espontanea, original y siempre nueva. Entrar a ese caudal es el objetivo de la espiritualidad. A partir de entonces, lo esencial se distingue de lo superficial. Nada mas perfecto que la unidad: de si mismo, con Dios creante y su creación entera que es sagrada, perfecta y buena. Para esto no se requiere tanta razón sino voluntad de amarse y amar su entorno que contiene el Universo.

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