Jlfg * 228
La libertad
de expresión termina donde comienza la del otro
Es un
derecho y un valor para todos
No es para
agredir, mentir ni manipular al resto.
La libertad
no hiere, no golpea ni mucho menos destruye; es como el aire y como el agua,
Su presencia
es amable y vivificante.
Para
expresare con libertad es preciso haber comprendido el valor de la dignidad
propia y de los otros…
Por eso,
bajo su nombre se pueden ocultar y actuar las peores acciones.
Lo que hay
que hacer fuera de nosotros mismos es gigantesco
Y más dentro de nosotros mimos
Y para no
confundirnos, centrarnos en el espacio y no en tiempo.
Cuando el
poder se ejerce sin valores
Cava su
propia tumba
Envuelto en
cantos de sirena.
El problema
de la avaricia es que no conoce límites
Naufraga en
su propia inmensidad
Y sus víctimas
nunca se dan por enteradas.
Todo
pensamiento como toda acción no queda sin repuesta
Porque son energía
que movilizan otras energías
La no percepción
no significa su inexistencia.
La luz que
viene del otro lado del espejo alumbra el quehacer de cada día
Y su ventana
preferida
Es el mismo
espejo.
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