No podremos
saber a dónde vamos sino sabemos dónde estamos.
Si bien la
usura se ha apoderado de este mundo…, liberarse de ser consumistas es el primer
paso de liberación.
EL AMOR Y
EL TEMOR A CRECER…
1. Efectivamente, todos sentimos el
deseo de crecer en todo tiempo, y si
fuera posible, sin límites. Pero tal expectativa por sí misma no es suficiente.
De hecho, el panorama histórico está lleno de casos de recorridos hasta
perversos. Por lo tanto, es fundamental preguntarnos con qué brújula contamos
para tal emprendimiento. Y al final, es nuestra propia conciencia que discierne
y decide una opción.
2. Ante tal apremio, aparece también el
temor, constituyéndose en una especie de freno que tratara de impedir toda
iniciativa al respecto. Además de la duda, que ya es bastante para lograr al
menos dejar las cosas –en este caso, la vida- en el status quo, siembra,
además, directamente el miedo a todo posibilidad de desarrollo de sí mismo.
Utilizando para ello la mayor gama de creencias que fomentan el dejar las cosas
–la vida- como está.
3. En esta disyuntiva, me ha tocado
ver, y así lo más probable es que a cada uno, las más insólitas respuestas y
actitudes de las personas mismas; y sobre todo, de quienes les rodean.
Produciéndose lamentables quiebres de proyectos personales y de vida en común.
Pero es evidente que dichas reacciones son generadas por la incompetencia, el
dogmatismo y la falta de capacidad para manejar el cambio, el crecimiento… y su
natural “crisis” se convierte en ruptura.
4. Por eso, el crecimiento, el
desarrollo, la evolución personal y social sigue siendo el hermoso desafío que
convoca a cuantos se dan un espacio y un tiempo para considerar lo esencial de
la existencia; aquello que nos dé una respuesta o una vía de camino para
discernir porqué estamos aquí y hacia
donde tenemos que dirigir nuestros pasos para transformar nuestro tiempo en el
mayor tesoro y la misión en la mayor acertada elección.
(José leandro flores g.)
El trabajo es descanso…, cuando es
vocación.
El
futuro se hace presente cundo alguien lo crea.
Casi
todo está dicho…, pero casi nada hecho.
Tenemos
que romper los círculos del consumismo para ser libres.
Tenemos
que romper los círculos del consumismo para ser libres.
El
camino para reencontrarnos con nosotros mismos: es reencontrarnos con la
Naturaleza.
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